lunes, 21 de mayo de 2012

¿Conciliación?

Te diré qué es conciliación para mí.
Conciliación es despertar cada mañana y llenarme de su sonrisa.
Conciliación es darle el desayuno, mecerla en mis brazos hasta que se relaja por completo.
Conciliación es jugar en el suelo, cantarle los cinco lobitos, morir de amor en cada una de sus carcajadas.
Conciliación es pasear para enseñarle el mundo. Disfrutar del aire en la cara, visitar a sus futuros "compañeros de juego", observar cómo se relacionan entre sí, cómo se columpian, cómo se "roban" los cubos, las palas, las pelotas.
Conciliar es darle sus primeras papillas, desistir ante las arcadas, conseguirlo al cabo de dos días.
Conciliar es saber descifrar qué significa ese llanto casi apagado... y acostarla para que duerma tan necesaria siesta.
Conciliar es empaparnos juntas, a la hora del baño, entre risas y canciones.
Conciliar es, por supuesto, sentir cómo cae rendida en brazos de Morfeo, justo a esa hora en que sabes, por su inquietud, que no puedes alargar ni un segundo el juego.
Conciliar es casi no tener tiempo para vestirme, peinarme o teñirme el pelo, a cambio de ser testigo en primera línea de sus "primeras veces".
Conciliar es no tener nunca la sensación de que me pierdo lo más importante.
Conciliar es no tener que echar la vista atrás, dentro de unos años, y arrepentirme de no haber estado.

Dirás, con razón, que no nombré ni una sola vez el trabajo en este post. Efectivamente, no tuve intención de nombrarlo. Porque, a pesar de ser imprescindible (en esta maldita sociedad en que todo se compra, y se vende), para mí, no es importante. Al menos, es mucho menos importante que todas esas cosas que te he contado.
Desgraciadamente, mi trabajo me impide conciliar (no pienses en qué es para ti conciliar, sino en lo que acabo de explicarte). A las 6 de la mañana suena el despertador. Antes de las 7, estoy saliendo por la puerta de casa. Como podrás adivinar, ya no me lleno de su sonrisa mágica al despertar. Ya no le doy el desayuno, ni la mezo, ni calmo su llanto, ni juego en el suelo, ni disfrutamos del aire en la cara, ni tantas cosas...
Sí, a las 17h estoy en casa. Con un poco de suerte, llego para la merienda (al menos una de sus papillas se la da mami). Ahora que hace buen tiempo, aún nos queda "algo" de tiempo antes de la hora del baño. Lo aprovechamos al máximo. Un paseo, un poco de juego, sonrisas, canciones...
Poco más. Antes de las 20h, mi niña ya cae rendida, su cuerpecito pide dormir.
Y tengo la suerte de acostarla, después de su último bibe. No hay nada más placentero que verla dormirse en mis brazos, abandonarse, feliz, llena de paz.
Así, hasta el día siguiente. Otra vez, el despertador sonará a las 6, y me perderé todo...
No, señores, mi trabajo no me hace sentir realizada (por mucho que disfrutase con él antes de ser madre).
Lo que me llena, lo que me hace sentir mujer, lo que me hace feliz, es ser cómplice del día a día de mi niña. Sentir que no se me escapa nada, que crecemos al unísono.
Por eso, para mí, la conciliación es pura utopía.

P.D. Salve decir que hoy por hoy, con la que está cayendo, puedo sentirme afortunada por gozar de jornada "reducida" en un trabajo fijo, en una empresa en la que llevo 12 años y con el apoyo de mis compañeros. Para muchos, esto ya sería conciliar. Para mí, no. Aún a riesgo de ser tachada de retrógrada (en el mejor de los casos), yo lo único que quisiera es ser madre a tiempo completo. Nada más. Nada menos.

5 comentarios:

  1. Caro me alegra que sigas desahogando tu nudo! Efectivamente cuando se tiene un hijo, poco o nada vale el tema de conciliación cuando se quiere vivir la maternidad plenamente y a tiempo completo. Es una pena que no se pueda aún tener todo: 18 meses de permiso de maternidad, excedencias hasta los 8 años y jornadas reducidas hasta los 18 años! Es utópico en España y en la mayoría de países del mundo, salvo los nórdicos, austria y suiza.. un abrazo y acá estamos para decirte que te ENTENDEMOS ;)

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  2. Gracias por tus palabras y consejos! Ojalá algún día consigamos avanzar. Ojalá mi hija, cuando sea madre, no lo tenga tan difícil...

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  3. Uf, sólo de leerte me duele el alma... Es tan duro...cuando recuerdo el momento en el que tuve que hacerlo yo aún me entran ganas de llorar. Separar tan pronto a una madre de su hijo es antinatural. Algo estamos haciendo mal y ojalá con el tiempo las cosas cambien, porque si no acabaremos pagando las consecuencias...

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    1. Es antinatural, así es exactamente como yo lo vivo. Por eso duele hasta las entrañas. Por eso sigo luchando por conseguir un horario q me permita, al menos, vivir algo de mi hija. Si no lo consigo pronto, dejaré de trabajar. No pienso perderme todo. Mi niña es todo mi mundo, y estoy inmensamente orgullosa de q así sea.

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    2. :) Estoy de acuerdo contigo, yo haría lo mismo. Sólo se es niño una vez en la vida, y es ahora cuando nos necesitan. Ánimo, ojalá lo consigas.

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