martes, 20 de mayo de 2014

Si algún día no recuerdo...

Si algún día no recuerdo, mi niña... Hazme el favor de no olvidar tú. 

Recuerda las risas, las miradas, las canciones.

No olvides que un día fuimos una. Y no sólo en esos nueve meses en que me aseguré de darte vida. Hasta que tú me lo permitas, cariño, seremos una. 

Mis ojos seguirán mirando por ti, mis manos evitándote peligros, mi cuerpo acoplándose a tus necesidades. 

Si notas que se fueron de mi cabeza momentos únicos, abrázame con fuerza. Muy probablemente, tu olor me los devuelva. Y si no ocurre, tráelos tú. Trae los momentos mágicos, los que se grabaron a fuego, y explícamelos. Puede que siga sin recordar, pero volveré a vivirlos, y todo volverá a ser como siempre. 

Recuerda las letras de las canciones, los bailes a deshora, los dulces. 

Los saltos en los charcos, los abrazos de calma a medianoche, los despertares de cosquillas. 

No olvides que siempre te quise más que a mi vida, que tu felicidad fue mi única meta, que toda la vida la viví por ti. 

Que diste sentido a las peores pesadillas, y no sé si te lo dije lo suficiente. 

Abrázame fuerte y sentiré, a pesar del olvido, que siempre fuiste mi punto de llegada, mi hogar, mi "estar en casa". 

Ojalá no llegue nunca ese momento, vida mía, ojalá cuando sea viejita podamos explicarnos batallas y revivir historias, cogidas de la mano, riendo a carcajadas. 

Pero si olvido, pequeña... 
Si olvido, relee estas líneas, no las pierdas nunca... Y no dudes que te amo como a nada, que eres el motivo de mi sonrisa. 

Y vive, mi niña, vive profundamente, ríe y ama como si fueran recursos escasos. Vive para grabar recuerdos.

Y abrázame para traerlos de vuelta. 

 
*** Post dedicado a todos aquellos que pierden su ayer por culpa del maldito Alzheimer. En nuestras manos queda poner piel a esos recuerdos que ellos han perdido. 
Estas palabras salen por "culpa" de Màxim Huerta y su La noche soñada. Novela totalmente imprescindible. 

martes, 13 de mayo de 2014

Perdón por este mundo loco

A veces siento la imperiosa necesidad de pedirte perdón. 

Es tremendo el mundo al que te he traído. No sé si sólo tuvimos mala suerte con el país, con el tiempo que te ha tocado vivir... O es el mundo entero, que gira en sentido contrario al que debería. 

Ese mundo loco que espero cambie cuando empieces a verte obligada a lidiar con él. 

Este país de políticos muy poco políticos y ciudadanos muy poco sociables.

Ayer asesinaron a una mujer. 

Desconozco si era madre y ha dejado descendencia perdida. Pero seguro era hija, hermana, prima o amiga de alguien. La asesinaron en la calle, a tiros. Poco me importa el motivo, tan poco como de qué partido político era. Sin embargo, hay gente que justifica esa matanza, por lo corrupta, desalmada o perversa que fuera la mujer.

Jamás justifiques algo así, pequeña. 

La gente debería entenderse hablando, dialogando, incluso discutiendo. Pero nunca deberíamos tomarnos la justicia por nuestra mano. Eso NO soluciona nada. NUNCA.

Es verdad que te he traído a un país en momento de desesperación, en que la cordura parece abandonarnos, un país en que nada parece tener sentido. En que los políticos roban y se ríen de nosotros en nuestra propia cara. En que, incluso, demasiada gente ha decidido quitarse la vida antes de seguir sufriendo. 
Esos crímenes, TODOS, el del tiro en la espalda y el de la soga al cuello, son espeluznantes. 
Algo así NO DEBERÍA ocurrir, jamás. 

Pero ocurre, ojalá no ocurriera, ojalá no tuviéramos que presenciarlo, pero ocurre.

Espero que algún día puedas perdonarme, pequeña. 
Te juro que siempre he querido lo mejor para ti, incluso antes de traerte a este mundo loco. 

Seguiré intentando pintarte la vida de colores, llenando tus mañanas de risas, tus días de palabras bonitas y tus noches de dulces caricias. 

Eso no evitará este mundo loco, pero quizá nos ayude a sobrevivirlo de la manera más cuerda posible. 

No dudes nunca en pedirme esos colores, esas risas, esas palabras bonitas y esas caricias. Siempre estaré aquí, a tu lado, para hacerte más llevadero este naufragio. 

Te amo con locura, pero con locura de la buena, la que hace perder el sentido y llena todo de luz. 
La que resta dolor y suma alegría. 

De esa locura no quiero evadirme. No lo hagas tú tampoco, jamás. 


martes, 6 de mayo de 2014

Tu sonrisa apagada


Acabo de cruzarme contigo. 
No te veía desde que ocurrió. 

Tu mirada me ha atravesado el corazón. Cómo impresiona sentir que alguien se ha apagado por completo. Qué pena tan intensa me has transmitido. 

Has muerto con él. Fue él quién se colgó de esa cuerda, pero tú te has ido con él. Y tus niñas, siempre con esa sonrisa en la cara, siempre felices, también me han mirado apagadas, con la cabeza agachada. Incapaces de mirar de frente a la realidad.

No sé si existe un dios, ni si ahora mismo él vela por vosotras... Sólo espero que ocurra algo, lo que sea, que os devuelva ese trocito de vida que os ha arrebatado. Nadie merece tanto daño. Nadie merece morir en vida. 

Te conozco tan poquito... Un escaso hola y adiós en la puerta de un colegio, en el supermercado. Y hoy, ese hola nada tenía que ver con los de antaño. Ojalá hubiera tenido más confianza, más valor. Ojalá hubiera podido darte ese abrazo que me salía del alma y he apagado también, obligándolo a no salir, por no estar segura de tu reacción.

Sigo derramando lágrimas por ti, aunque de nada sirvan. 
Sigo enviándote fuerza, sé que la necesitas. 

Qué injusta es la vida... 

Y la muerte, que te ha apagado la sonrisa.